UNA RAZÓN
Como un manto cicatero, raro
Es este desencanto que me cubre.
Me origina ansiedad, sin llanto.
me produce una nube de temblores.
Tengo mil razones
Para sonreir, felíz con mi destino
no ando sola. No lo estoy.
Están llenas mis lunas de sucesos.
Me moderan dóciles hechos
Que me contienen. Y sin embargo, extraños momentos
Me conducen a preguntas inquietantes.
Quiméricos sentires y no encuentro
Respuestas apropiadas para todo esto.
¿ es ser mujer, una razón de peso ?
AHORA …
Ahora, mis hijos, padres.
Maridos, obreros, hombres.
Creciendo jóvenes y serios.
Diligentes. Responsables.
Las novias, esposas, madres,
Con manos de alados besos.
Brazos-cuna. Pechos-odres.
Compañeras. Amigas. Leales.
Ya dan los primeros pasos
Sus hijos, nietos del alma,
Alegrando horas vacías,
Alumbrando como soles,
Caminos de la vejez.
Ahora … los hijos grandes.
ECLIPSE LUNAR
La tierra audaz mordió la luna quieta
Plenilunio de leyendas minerales.
Avanzó con su sombra fría y lenta.
Se rompieron con dolor piedras lunares.
Se inundó de rosa o de naranja
La espectral superficie manifiesta,
Y bruñidas las estrellas más cercanas
Replegadas sus esencias con mística,
Congoja originaron en la gente
Que observaba, pequeña, con la lente.
Se aquietó el viento, unción piadosa.
En la hora exacta de los cálculos,
En el siglo veintiuno aún asombra,
Este hecho, milenario y predecible.
PALOMAS DEL ALMA
Rodeada de luces, y sombras, y verdes
Murmullos de vida y de actividad,
Llené mis pupilas reflejando todo,
Absorbiendo ávida, esa realidad.
Un soplo de viento que llega del norte
Dispersando ideas, afiebra mi frente.
Un silbido tenue en las hojas verdes
Agita recuerdos, vibran en la mente.
Qué dócil memoria, qué dulce presente.
Un modelo fugaz que transita quieto
Protegiendo miedos, curando temblores,
Palomas del alma, que cuidar yo quiero,
Permanencias fieles, llenas de silencios.
Diálogos puntuales. Asuntos que pienso.
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