ARQUITECTURA DE LA ESTUPIDEZ
No más pena ni aflicciones
no mas entuertos sin ley
Ay,pasiones!
Condenados los bribones
bribón puesto,viva el rey
Ay,rencores!
Que la vida es una senda
que solo tiene altivez
Ay, destino!
Donde la envidia es la prenda
que viste de estupidez
Ay,que sino!
ELEGÍA I
Has cruzado en el umbral
No he podido contenerte
con mis ansias.
Y el recuerdo fantasmal
me devuelve masa inerte
sin fragancias.
Hoja volada en el viento
Tibio sueño ya en cenizas
sin substancia.
Que se usurpa mis alientos
por los aires de las brisas
con jactancia.
Ay amor,nubes y espuma,
recuerdo de aquellos huertos
por el valle!
Hoy me recorre la bruma
que cubre tus ojos muertos
sin detalles!
Y me desgranan el alma
por no volver a tenerlos
entre el llanto.
Mientras la angustia no calma
con culpa de ya no verlos
por mi canto!
ELEGÍA II
Hoy intento marchitar el pasado
sobre los pies eternos del abedul
que nos acompañó siempre.
Ese que era tierno y frágil,
cuando nosotros pequeños.
Ese que nos hamacaba
sobre sus ramas altas y flacas
mientras nos sostenía fuerte...
Por eso hoy que ya no estás,
que has partido hace mucho
en la brisa cargada de tormenta,
aquellos recuerdos de infancia
reproducen heridas de hielo
en mi corazón que no entiende...
en ese corazón
que no sabe de muerte absurdas,
ni de abedules eternos...
Porque esas eran tus palabras
cuando afirmabas,
que éste,nuestro árbol
como los del resto de su especie
alcanzaría en existencia
la misma edad de los hombres...
Y sin embargo también siendo hombre
tú marchaste mucho antes,
presuroso y sin ganas,
tras el coro de querubines y trompetas...
Con la corona de lirios funerarios
perlándote la frente...
Esa corona que yo misma
debí acicalar junto a tu rostro
para que no parecieras
tan muerto,ni tan avergonzado
dentro de la oscura caja oblonga
donde aquellos cuervos negros
te pusieron...
Ay,cómo te extraño amigo,
en ésta distancia de tu tiempo...
que me produce recuerdos en el canto
mientras deseo sólo amnesias!
Amnesias que me lleven a olvidar
las rosas que llevabas a tu madre en aquel día,
la camperita azul de todos los inviernos,
y tu sangre regando de infierno
el empedrado húmedo...
Ay cuánto agua bajo los puentes
ha pasado!
Cuanta incertidumbre y tantos desvelos
me acometen..!
Mas estés donde estés,y si me adviertes
podrás darte cuenta
que la amnesia no llega,
mientras aún me ves llorar impotente
sobre las raices viejas
de nuestro abedul eterno
que sospecho,sólo por mí espera.
ELEGÍA III
He adormecido el dolor en un segundo
con la simple idea de no extrañarte
al saber que pronto llega
el noviembre de los muertos...
Ese mes, que une en puente eterno,
tu partida y mi nacimiento...
Sin excusas ni remedios que valgan...
Aplastando los últimos lirios
sobre el fatal no-recuerdo...
Maldiciendo las larvas de la carne
bajo el abono de la tierra agria,
enjugando mis pesares
como si fueran naves emergentes
en el bramar de una lágrima...
Mas es hora temprana aún,
y el dolor adormecido del segundo
ha pasado insolente, presuroso
robándote la cara de madre muerta...
De madre ajena del alumbramiento,
de mis pasos a tumbos
o mis "ajó"risueños
Tantos años imaginé frente el espejo
conocerte en las caricias,en los besos...
O en los retos que no fueron,
que al cabo de tantos desencuentros
sólo queda reconstituir
en tu ausencia mi pena
con crespones de duelo...
En tanto persigo estatuas de olvido,
adormeciendo distintos noviembres
para que las memorias ajenas
no me devuelvan nidos de sierpes...
Mientras la flor marchita,
único homenaje de los pobres,
agoniza impertérrita
sobre una losa doliente
que a gata viste
cruz,fecha y nombre
abigarrando sus colores a mi angustia
por la madre que allí yace,y que no existe.
ELEGIA IV
Serás el niño ángel por siempre...
Ese nonato que quebró sus alas
antes de sobrevolar por el mundo.
Que estará mudo y tieso
antes de brindar un llanto en berrinche
o alargar mis noches de insomnio
entre chupetes,pañales y sonajas...
En el cuarto sin aceites ni estreno
aún guardo tu álbum celeste,
ese de los sin recuerdos,
donde lo asiste la nada
que destiñe sus páginas en blanco.
Desde aquella mañana de otoño
con colores en el prado
y aromas en los establos,
jamás pude obtener consuelo
por no sentirte por dentro,
latiendo entre mis entrañas...
Porque entonces, aún sin saberlo
te me estabas despidiendo...
Última patada en la panza,
enseguida sólo mortaja,
y este dolor que no cesa...
Empecinada añoranza!
Mas cuando el sentimiento desmaya
y la mente por segundos reanima
suele mentirle a la vida
con pensamientos que alivian...
Con cosas cómo que quizá,
con el paso implacable del tiempo,
algún arcoiris del cielo
tu esencia haya alcanzado,
y como rocío en la hierba
o florecillas de nácar,
tu alma tenga la calma...
Calma ,que todavía
mi vida real se reclama
por verte tras de una tumba
que lleva musgos de nostalgia
mientras su ángel custodio
me trae tu cara soñada.
ELEGÍA V
La cabellera de canas
las manos entrecruzadas
y una fragancia de lirios
pujaban tener el mando
sobre el cuerpo amortajado,
que dolientes plañideras
acariciaban con celo
en los encajes bordados
Llevaba sonrisa leve
mostrando pálida calma
como imaginería de iglesia
sin el dolor en la estampa.
Para entonces yo era una niña,
que la amaba en sus relatos
donde buscando la esencia
mi fantasía vivía de a ratos...
Y que al verla yacer en el cofre
con la mente dormida
soñaba el caballero
que a Blanca Nieves venía...
Pasada la noche en vela
de pie,con frío,dolida,
y entre lloronas calladas
el sueño se renegaba
y la pesadilla reía...
Mas al llegar la mañana
el cielo derramó en lágrimas,
trayendo a la Reina de Nieve
en un carruaje bien claro,
tirado por cuatro corceles
pintados de color bayo..
Ella le enfrió la frente,
cubriendo sus ojos de escarcha
con sendos narcisos helados
cuan homenaje de parca...
Dejándome en ese acto
perdida por vericuetos
que nunca nombró la abuela
para no llamar desgracias
con tardes de Caperuzas negras
patitos feos,no cisnes
y Cenicientas muertas...
Ay,de mi pobre infancia!...
De su ausencia ...
De su rápida partida,
y mi tardío entender
porque tras las puerta de su armario
los dulces quedaban rancios,
como el hedor de flores mustias ,
donde el ruiseñor de los bosques,
quebraba su canto, en mis angustias...
Y así debí de crecer
mendigando las historias
que a nadie le interesaban...
Y que hoy ya mujer,
aún sigo reclamando
con un soplo de memoria,
ante la puerta de un cielo claro,
al que le sigo gritando...
Que sin piedad me la ha robado.
ELEGÍA VI
Señores traigo mi canto,
por recordar un amigo
ya lejano...
Ese que recubre el llanto,
en homenaje sentido
de mi mano
Anduvimos mil caminos
compartiendo la esperanza,
muy unidos...
Mas la senda del destino
jugó con cruel acechanza
sin motivos...
Con una flor en el pecho,
fatal carmesí de sangre
en la herida.
Su rostro miraba el techo,
y yo miraba el alfanje,
aterida...
Y así abandonó esta vida
como noche en la mañana,
sin quererlo...
Por gente desconocida,
que le dio ruta temprana
al averno...
Y nunca se supo nada
de los viles matadores,
los que impunes
dejaron el arma hincada
entre dolor y estertores...
Aquel lunes
Y aquí se acaba la historia
en juglaría contada
sin secreto...
Para salvar su memoria
y que no sea olvidada...
Por decreto!
ELEGÍA VII
Se que me causará dolor
cuando me entere,
que me he ido...No lo dudo.
Y que mi alma confusa
divagará por un tiempo
sobre trenes oscuros
cruzando bocas de subterráneos
húmedos...
Esos infernales que me conducirán
a ninguna parte de lugares sin tiempo,
donde los soles dormirán en auroras
llevando dirección de nada...
Sé que todo esto
me causará un dolor inédito...
irremediable,
pero igual no me daré pésame,
porque he de sentirme
bien viva,aun estando tan muerta..
Sé que me recordaré
en un yo de ojos cerrados
que reniegan olvido
en las redes del arcano...Sólo por capricho...
Por la inapelable soberbia
de yo soy,yo puedo...yo existo
aún en la inmovilidad
del cruel estiércol,
y las cosquillas impertinentes,regalo osado,
de las alimañas de la tierra...
Mas,cuando vuelvo a recordar
el sufrimiento inútil ,y el desarraigo
a que se someterán mis restos
me detengo y pienso...
Y elijo de momento no pensar más
y remitirme al ahora de hoy...
Donde disfruto la brisa del aire
que me toca entre suspiros,
el aroma de la carne caliente
tostándose al sol,
o el simple placer
de ir en busca de un tren
para que me lleve ,donde decido.
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