ELEGÍA A TATITA
Subió un ángel al cielo
Ella hoy ya nos dejó,
después de mucho sufrimiento,
la llamaron y acudió.
Su cuerpo está inerte,
pero lejos del dolor.
En su cara una sonrisa,
llena la tiene de amor.
Hoy sus familiares lloran,
pero ella gozando está
de los privilegios que el Cielo
a los buenos siempre da.
Adiós querida Tatita,
tristes quedamos acá
pero tu alma anda libre
y ahora si puedes cantar.
Los que aquí abajo se quedan,
nunca te van a olvidar.
Mª Ofelia--España
Romance a mi admirado maestro
Quiero sembrar amapolas,
donde descansa tu cuerpo,
y gritarle a las higueras
la bravura de tu verso.
Pueden contarme mentiras,
pueden decirme, mil cuentos,
yo postraré mis rodillas,
clamando tus sufrimientos.
Amigo yo te lo pido,
sal ya de entre los sarmientos,
que yo te estaré esperando
para gozar de tus versos.
Y vuelva arrullar la tierra,
con madreselva y romero,
y a la luz de las estrellas,
entre cabras dormiremos.
Miguel maestro querido,
vuelve que yo te requiero,
quiero aprender miles cosas,
mi admirado compañero.
Mª Ofelia -- España --
(Elegía dedicada a Miguel Hernandez)
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