domingo, 9 de octubre de 2011

EMILIA MARCANO QUIJADA

DEJA


Deja que recite un verso 

desgranado en la memoria 

para contar mil historias 

de noches inolvidables


Las luces en la distancia 

un faro que esta muy lejos

mirando los libros viejos

con el nombre de mi madre 

*

Que dulzura recordarte

en medio de la penumbra!

como esa canción de cuna

que tanto me susurraste 

*

Va culminando la tarde

solo el silencio me abraza

y la oscuridad ingrata

se ilumina al evocarte




La orilla del mar me trae

tu voz en la madrugada

iluminas mi ventana

llenando mis soledades










MI MUERTE



El gemido de la noche



se escucha por la ladera



escondido



El fantasma que recorre



la orilla de mi tristeza



ya se ha ido



Mi muerte llega reclama



ilumina su presencia



cegadora



Un verso de amor declama



el grito de amor y ausencia



de las horas



Llévame para que vea



de mi madre la sonrisa



adorada



Déjame morir que sea



lo mas bello de la aurora



tu llegada





A TI MADRE




Cuando sopla el viento del oriente

describo las visiones del paisaje

Sueño, madre, poesía, sal y arena sola

La mirada del mar acariciante

flor que marchitada por la brisa

dejó su perfume a mercéd de las olas



En mi soledad te llevo madre

en efluvios y mágicos ocasos

vas caminando pegada de mi brazo

la más hermosa de todas las vestales



Hacia la orilla la suave brisa sopla

y me llena el rostro de tus besos!

reverdece la vida en tu memoria

el mar el barco, mi timón la quilla

y va fluyendo en verso nuestra sangre

sal y arena blanca, musa de mis horas

el amor va tatuado en nuestras vidas







PAPÁ





No suelo escribirle

a los hombres

no son para mi

fuente de inspiración

ni llama encendida

ni pedazo insostenible

de hielo en mis manos

ni motivo

de cáusticos amores

y camas desatadas



Ando en esos dias en que

necesario es

confesarte algo papá



Reconozco

con la inmoralidad

que nunca he dejado de tener

que no llenamos ninguno

de los dos

los zapatos del otro



Ambos fuimos

tan extemporáneos!

desabridamente despojados

de ambiciones

y tan conformes con ser solo

polvo en el viento!



Aun no me siento digna

de ser la hija pequeña

de un hombre

simple, simple

me quedó muy grande



fuiste de esos tipos que ...

de tan normales, comunes

y corrientes

no suelen dejar a la posteridad

sus legendarias historias escritas

los imperios edificados

las fortunas malhabidas

solo ráfagas de recuerdos

y repentinos destellos de cariño



Alé papá...

despues de toda esta odisea

de tanta basura anquilosada

y tanta fumada de porqueria

me tocara a mi escribirte

llevarte en mis cuentos

y en mis poemas

y esperar que algun día

el mundo entero sepa

el gran padre que fuiste.

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