ELEGÍA
Hoy, se me murió un amigo,
de esos, de los ratos lejanos y plácidos,
... dónde estarán
los otros que quedaron
en el corazón y en el recuerdo largo.
Por eso le escribo llorando,
Carlos:
Te fuiste caminando,
por la calle, la que recorriste,
tantas veces a contramano.
Pero en un recodo del camino,
Me tomaste de la mano
y me abrazaste, mi amigo-hermano.
Una parte de mi vida, hoy,
se fue despacio, siguiéndote el paso.
SERÁ MI ACOMPAÑANTE
Será mi acompañante
Será mi muerte
Granate el horizonte,
Va el caminante
Mirando todo el bosque.
Miro hacia el final,
Una luz blanca
Puedo ver.
Resplandece el verde,
El sol, el cielo…
Va el caminante
Mirando todo el bosque.
Llego al final,
En la luz blanca
Comienzo a entrar.
El caminante
Ya está allí,
Abre sus brazos,
Una enorme paz
Me llena el ser…
Puedo sentir
El porqué de vivir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario